Llevo unas semanas reflexionando sobre las características de un figura geométrica, el tetraedro. Y me parece una figura apasionante, muy especial.
Para entenderlo, repasemos primero sus principales características:
- Se trata de una figura geométrica cerrada formada por 4 triángulos. Si los triángulos son equiláteros (todos los lados de la misma longitud) el tetraedro se denomina regular.
- Un tetraedro regular forma una estructura sólida, estable y robusta.
- En ese caso, ninguno de los triángulos es mayor que otro. Por lo tanto, no hay ninguna cara débil.
- Todos los triángulos son adyacentes, están conectados entre sí.
- Complementando lo anterior, no hay triángulos enfrentados.
¿Podría representarse nuestra vida como un tetraedro? ¿Podríamos entonces hacerla más sólida y robusta? Yo creo que sí. El Tetraedro de nuestra Vida, estaría formado por estas 4 caras:
- Trabajo: Por un lado, es la forma en la que contribuimos al desarrollo de nuestra sociedad, de la forma que sea. Desde un trabajo no remunerado (cuidar del hogar) a trabajos creativos (artesanos); trabajos por cuenta propia (autónomos) o para terceros (la mayoría). El trabajo nos ocupa gran parte de nuestra vida (ahora incluso ocupará unos años más), y es crítico estar comprometidos y estar motivados (léase ¿Motivación o Compromiso?). El trabajo debe aportarte desarrollo personal, de forma que puedas ser consciente de tu aportación a los demás. Si no estás comprometido, o tu trabajo no te motiva, uno de los lados del tetraedro se debilita, deja de ser regular, y por tanto, pierde solidez. En este caso debes buscar el cambio, reflexionar sobre qué te compromete, qué te gusta, formarte adecuadamente y luchar por tu sueño.
Por otro lado, hay muchas personas que "se pasan el día y la vida trabajando". En esta época, marcada por la crisis económica, es importante ser productivo, sí, pero eso no quiere decir que tengamos que estar más horas en el trabajo. De hecho, está demostrado que una mayor presencia en número de horas, no mejora la productividad. España está a la cola en productividad, en parte por este motivo, y en parte por duplicidades excesivas en nuestros procedimientos, pero esto último no lo discutiremos hoy. Para ello, es importante saber priorizar, decidir qué es importante, qué es urgente, y cuáles son los ladrones de tiempo que debes evitar. En especial, gestionar el correo, no es una prioridad.
- Familia: Este concepto está evolucionando, aunque aún seguimos estando muy arraigados al concepto tradicional de familia. Al menos, la pareja, los padres, hermanos e hijos, cuando se da el caso. En otras personas, este concepto se expande e incluye a abuelos, tíos, primos, sobrinos, nietos, etc. Somos seres sociales, nos criamos (casi siempre) en familia y ese lazo perdura. Nos han enseñado a cuidar los unos de los otros, a disfrutar conjuntamente, a respetarnos. La familia es la que nos proporciona seguridad, refugio, apoyo, solidaridad, y nosotros contribuimos de igual manera a ella.
La familia funciona con sentimientos, con impulsos, más allá de los razonamientos. Por este motivo, nos proporciona una serie de valores y dependencias que están por encima de muchos otros principios.
- Deporte: Está directamente relacionado con la salud y, sin embargo, es el lado del tetraedro que menos suele cuidarse. Hay personas que prácticamente ni lo consideran, hasta que se dan cuenta y entonces han perdido mucho tiempo. El deporte no es opcional, el deporte es necesario. Evolucionar hacia un cuerpo sano no sólo tiene múltiples ventajas de salud sino que también despeja la mente. Es más fácil razonar, es más fácil tomar decisiones, es más fácil entenderse con los demás, aumenta la productividad. Ya lo dice el dicho: "mens sana in corpore sano". Si no practicas ningún deporte empieza por cosas sencillas como pasear o nadar. Te pongo un ejemplo, visto hace poco en un ascensor:
Y si practicas deporte, difúndelo, siempre encontrarás quien comparta tus aficiones y quien te anime a continuar mejorando.
- Ocio: Este aspecto es muy importante, todos los que forman parte del tetraedro lo son. Nos mejora nuestro humor, nos suaviza el carácter, nos imprime optimismo y nos sentimos felices. Las excusas para debilitar este lado del tetraedro, suelen estar en los otros lados: "el trabajo no me lo permite", "tengo niños pequeños", en definitiva, "no tengo tiempo ni para divertirme". Pero son excusas, simples justificaciones que sin embargo nos llevan a renunciar a los momentos felices. ¿Imperdonable verdad?
Por lo tanto, en mi opinión, para tener una vida plena, saludable y feliz, tienes que ser consciente de cuál es tu propio Tetraedro, evaluar su solidez, su regularidad. Quizá, debas realizar algunos cambios. Ello te obligará a salir de tu zona de confort, pero te aseguro que vale la pena. Para alcanzar el equilibrio que necesitas, debes buscar un espacio de tiempo para cada lado del tetraedro, y respetarlo.
Por último, y aunque cada lado está interrelacionado con los otros, yo no soy partidario de mezclarlos entre sí. Puede hacerse, claro, pero no recomiendo que se realice de manera exclusiva. Ya no sería un Tetraedro :-)
Reflexiona... ¿Es el tetraedro de tu vida regular? ¿Es sólido, robusto y estable?
@manuelrichter
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